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El apetito mundial por el chocolate está a un punto máximo sin precedentes, y los productores buscan nuevos lugares para cultivar cacao, la materia prima del chocolate y del cacao en polvo. Algunos productores han recurrido a Sudamérica, donde las imágenes satelitales resaltan a una plantación de cacao que está invadiendo la selva tropical amazónica.

Históricamente, gran parte de la producción mundial de cacao proviene de África Occidental, pero las plagas y enfermedades de los cultivos, las condiciones climáticas extremas, la inestabilidad política y el envejecimiento natural de los árboles hacen difícil que la región pueda seguir supliendo la demanda. A medida que la producción se expande en Sudamérica, Perú en particular, ha visto un aumento en la producción de cacao de casi cinco veces entre 1990 y 2013. Los cálculos más recientes de la FAO y la Organización Internacional del Cacao (International Cocoa Organization) clasifican a Perú entre los diez países productores de cacao más grandes del mundo.



Clasificación País Producción en 2013 (toneladas)
1 Costa de Marfil 1,488,992
2 Ghana 835,466
3 Indonesia 777,500
4 Nigeria 367,000
5 Camerún 275,000
6 Brasil 256,186
7 Ecuador 128,446
8 México 82,000
9 Perú 71,175
10 República Dominicana 68,021


A medida que se acelera la producción de cacao, la Amazonía Peruana pudiera representar oportunidades para obtener tierras cultivables y al menos una plantación nueva de cacao ya se ha visto implicada en el despeje de selva biodiversa, rica en carbono. Esto no es ninguna novedad: Costa de Marfil y Ghana también experimentaron deforestación significativa en sus regiones productoras de cacao a medida que las plantaciones se extendían. Si estos ejemplos sirven como indicadores, la expansión del cacao en Sudamérica podría impulsar el despeje de la selva en otros países de la región. Esta amenaza aparece en un momento en que una mayor preocupación del público con respecto al cambio climático ha puesto a las compañías de productos de consumo bajo presión pública para que aumenten la transparencia en lo que respecta a, y en última instancia reduzcan, los efectos sociales e impactos medioambientales relacionados a sus cadenas de suministro.

La pieza faltante en los análisis de emisiones durante el ciclo de vida

Para poder reducir el impacto ambiental, es importante que las compañías lo midan con exactitud en primer lugar. Sin embargo, los datos limitados y las complejidades metodológicas que se utilizan para calcular las emisiones a partir del cambio en el uso de la tierra (conversión de un terreno no agrícola en tierra agrícola) representan un obstáculo. Aunque existen análisis de emisiones durante el ciclo de vida en la producción de chocolate, la mayoría no incluye las emisiones a partir del cambio en el uso de la tierra en las áreas de producción de cacao. O bien, si las emisiones se incluyen, los cálculos son aproximados.

Cadbury calcula que por cada barra de chocolate Dairy Milk de 49 g (1,7 onzas) se emite a la atmósfera un equivalente de 169 g (6 onzas) de dióxido de carbono. Este cálculo incluye las emisiones provenientes de la producción de las materias primas como cacao, manteca de cacao, leche y azúcar, los procesos de envasado y distribución, pero no incluye emisiones por cambio en el uso de la tierra.

La tecnología de detección remota ayuda a cerrar esta brecha.

Imágenes de satélites y rayos láseres muestran que la deforestación duplica la huella de carbono del chocolate: El caso de United Cacao

En 2012, la empresa United Cacao comenzó a deforestar 2.000 hectáreas (casi 5000 acres) de la Amazonía Peruana, rica en carbono, para establecer una plantación comercial de cacao. A pesar de su aislada ubicación en lo profundo de la Amazonia, imágenes satelitales de la NASA permitieron a investigadores recopilar datos necesarios para calcular las emisiones de carbono resultantes. Matt Finer de la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (Amazon Conservation Association) utilizó imágenes del satélite Landsat para elaborar una crónica mensual del despeje y probó que anteriormente el área era principalmente selva primaria. Mientras tanto, Greg Asner del Carnegie Institition for Science de la Universidad de Stanford utilizó tecnología aerotransportada LiDAR para estimar que una parcela de selva contenía un promedio de 122 toneladas métricas de carbono por hectárea (54,4 toneladas por acre).

Otras investigacion es sugieren que la plantación de United Cacao almacenaría aproximadamente 40 toneladas métricas de carbono por hectárea (cerca de 18 toneladas por acre) mientras dure su producción, lo que significa que en el área deforestada de 2.000 hectáreas (aproximadamente 5.000 acres), las emisiones netas de carbono a partir del cambio en el uso de la tierra serían de 0,6 millones de toneladas métricas (más de 660.000 toneladas) de dióxido de carbono. Esta cantidad de emisiones es el equivalente a manejar un automóvil alrededor de la tierra 60.000 veces.



¿Qué implicaciones tiene esto para el chocolate? Utilizando las propias estimaciones de rendimiento de United Cacao, calculamos que la huella de carbono de chocolate es mucho mayor cuando se consideran las emisiones provenientes de la deforestación. Si las emisiones del resto del ciclo de vida del chocolate son, según los cálculos de Cadbury: 3,45 g de dióxido de carbono por gramo de chocolate (3,45 onzas por onza), entonces, los granos de United Cacao duplicarían la huella de carbono del chocolate con leche a 6,8 g de dióxido de carbono por gramo (6,8 onzas por onza) y triplicarían la del chocolate amargo a 10,1 g de dióxido de carbono por gramo (10,5 onzas por onza).



Chocolate y el medioambiente: encontrando el equilibrio perfecto

La expansión del cacao en Sudamérica representa una oportunidad importante para lograr una restauración forestal impulsada por la agricultura. Plantar cacao en tierras degradadas podría apoyar la mitigación del cambio climático al evitar emisiones asociadas con la deforestación. La intensificación sustentable en las plantaciones de cacao existentes también podría evitar la deforestación, la degradación de la selva y las emisiones asociadas con la expansión agrícola. Por último, el plantar más árboles que den sombra puede reforzar la capacidad de almacenamiento de carbono de las plantaciones de cacao.

Tambopata Candamo, un proyecto de Tambopata REDD en Madre de Dios, Perú, brinda un buen ejemplo. Tambopata Candamo es una cooperativa de agricultores de cacao que apalanca compromisos de deforestación cero para obtener financiamiento y certificación Fairtrade. Esto permite que los agricultores generen suficientes ingresos a partir de las compensaciones de carbono para reembolsar a los inversionistas y obtener ganancias, además producir cacao.

Un futuro dulce para el chocolate

A medida que aumenta la demanda global de cacao y la producción cambia hacia nuevas áreas, los productores deben obedecer los estándares de sustentabilidad como los establecidos por la Red de Agricultura Sustentable (Sustainable Agriculture Network) a fin de ayudar a evitar las emisiones innecesarias provenientes del cambio en el uso de la tierra. Las imágenes de satélite pueden ayudar a cuantificar las emisiones de gas de efecto invernadero y aumentar así la transparencia con respecto al impacto de la conversión de la tierra y la selva para la producción de cacao. Esto a su vez permite un mejor control de la producción de cacao para detectar actividades riesgosas y ayudar a medir el éxito de compromisos corporativos con respecto a la protección de los bosques. Gracias a estas herramientas poderosas como Global Forest Watch, la producción de chocolate puede tener un futuro dulce.